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Día internacional de la cebra

El 31 de enero se celebra el día internacional de la cebra. Está fecha tiene como propósito divulgar la importancia de las cebras y dar a conocer el peligro que corre actualmente cada una de las tres especies de cebras que existen. La cebra hace parte de la familia de los caballos y burros. Ahora preguntémonos porque las cebras se llaman así y porque a veces vemos que se refieren a ellas como ‘zebras’. La palabra ‘cebra’ viene del latín ‘zebra’ que significa caballo salvaje. He aquí la razón de esta confusión común. Una vez aclarada esta cuestión etimológica abordemos mejor el tema. Figura 1 Cebra común (Equus quagga). Recuperado de: es.wikipedia.org/wiki/Equus_quagga Hay diferentes razones por las que nos deberíamos preocupar de la supervivencia de la cebra. En primer lugar, la cebra hace parte de un sistema alimentario complejo en su habita natural y es pieza fundamental en el equilibrio ecológico. En un ecosistema equilibrado, los seres vivos cumplen papeles específicos y depende

Día mundial de los océanos


El 8 de junio se celebra el día mundial de los océanos y es un buen momento para recordar la importancia y los beneficios que obtenemos de ellos. La conservación, investigación y conciencia entorno a los mares es muy importante. Los océanos cubren el 71% del planeta y corresponden al 95% de la biosfera. Los océanos son un sistema que gobierna el planeta, regula el clima y media la temperatura global. Producen el 70% del oxígeno del planeta y es una gran fuente de alimentos para la población. De éstos obtenemos minerales, hidrocarburos y realizamos casi la totalidad del comercio mundial. 

Los océanos proporcionan recursos naturales fundamentales, alimentos, biocombustibles, medicinas, entre otros. Los océanos son un hábitat con 500 mil a 10 millones de especies y donde encontramos los arrecifes de coral, uno de los ecosistémas con más biodiversos del planeta. Al menos 50% del oxígeno en la atmosfera proviene de los procesos de fotosíntesis en el fitoplancton. Las costas son un gran lugar para el turismo y las actividades recreativas. Y sólo un 3% de la superficie de los océanos está protegida.

Pingüinos y un glaciar. Crédito Polar CSIC.

Sin embargo, la sobrepesca, la contaminación marina y la acidificación de los océanos han menoscabado los servicios ecosistémicos. Desde la industrialización, los mares se han convertido en nuestra caneca de basura. Plástico, químicos y casi cualquier cosa que desechemos es llevada por los ríos hacia los océanos. La sobrepesca alcanza tasas nunca antes vistas. El CO2 producto de la quema de combustibles fósiles y la deforestación acidifica los mares. La conciencia en relación a estos es casi nula.  La biodiversidad marina ha sido el principal afectado y si no tomamos medidas urgentes y contundentes la resiliencia de los océanos será insuficiente. En este caso nosotros nos veremos severamente afectados. Los efectos sobre los océanos que ha dejado un crecimiento económico constante son muy graves. 

Los beneficios que obtenemos de los mares comienza en la desalinización de las aguas. Existen más de 21 mil plantas de desalinización en 120 países. El 50% del agua marina es transformada en agua dulce y el restante, la otra mitad, en agua salobre. La capacidad mundial de desalinización es de alrededor de 125 millones m3 por día. El proceso tiene un impacto bajo en el ambiente marino y el agua obtenido es usado en el riego de cultivos y en el consumo humano. Este tipo de proyectos son interesantes para cumplir el objetivo 6 de los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) planteados por la ONU para 2030.

Objetivos 6: Agua limpia y saneamiento. Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

Capacidad de desalinización (2010-2016). Recuperado de Water — Open Access Journal.

Asimismo, en cuanto uso del espacio marítimo tenemos 1,3 millones de km de fibra óptica (99% de las comunicaciones). Turismo, transporte y la relación de 40% de las de la población mundial que vive cerca de las costas.

De los mares hemos obtenido alimento. La pesca representa la fuente de proteína más importante para la población mundial. Pero, la sobreexplotación coloca la biodiversidad en el límite. 

A partir de 1960 los océanos han sido explotados no sólo para satisfacer el consumo humano, sino que el 12% de la pesca es empleada en acuicultura y consumo animal. Es increíble que la tasa de pesca anual es el doble el crecimiento de la población, lo que implica un crecimiento del 8% anual en la explotación por la industria pesquera desde 1970. Por ejemplo, en 2018 la producción mundial de pesca se acercó a 180 millones de toneladas, un máximo histórico. Al mismo tiempo que la acuicultura es cuatro veces más grande que la agricultura, en ese sentido, es una actividad importante para cumplir con la soberanía alimentaria alrededor del mundo, pero es preciso mencionar que se debe hacer de manera sustentable. Asimismo, a partir de 2010 la acuicultura de mariscos superó la pesca tradicional de captura, sin embargo, la reducción en la pesca no disminuyó. En 2015 la acuicultura tuvo una producción de 106 millones de toneladas y la captura de mariscos se acercó a los 94 millones de toneladas, 163 millones de toneladas más que en 1960. 

Producción pesquera (1950 - 2018). Recuperado de Food and Agriculture Organization of the United Nations. 


Producción de mariscos (1960 - 2015). Recuperado de Our World in Data.


Por otro lado, la explotación marina continua en la extracción de grava, arena y minerales metálicos pasando por la extracción de materias primas en el sector energético de gas y petróleo, el cual ha tenida una fuerte inversión. Entre 2000 y 2010 cerca del 70% de nuevos yacimientos en éste sector se hicieron en el océano y se otorgaron licencias de exploración en 1,3 millones de km2 de aguas marítimas internacionales, áreas precisamente de interés común para todos los habitantes del planeta. Sin el control adecuado las nuevas áreas de explotación son factibles de ser privatizadas por unas cuantas naciones y multinacionales que dispongan de las capacidades técnicas para la extracción de gas y petróleo.

Concentración de CO2 en el agua. Recuperado de earth observatory. 

Desde la era industrial las emisiones de CO2 en la atmosfera han alcanzado niveles nunca antes visto. El trastorno en la biomasa a causa de las practicas del hombre, ha aumentado los gases de efecto invernadero, entre ellos el metano y el dióxido de carbono, lo que ha llevado a un aumento sustancial en la temperatura del planeta. Las emisiones de CO2 en la atmosfera han acidificado los océanos. La acidificación de los mares ha aumentado un 26% desde la revolución industrial. Lo anterior ha alterado la regulación del clima, la temperatura y la biodiversidad, en especial ha degradado los arrecifes de coral, muy sensibles a los aumentos de temperatura. El 50% de los arrecifes de coral están en riesgo de desaparición a mediano y largo plazo.

Fitoplancton. Recuperado de Centros ODS. 

Los océanos se han calentado desde 1970 y a partir de 1993 se calienta más del doble cada año. Los océanos absorben el 30% de las emisiones de CO2, sin embargo, el exceso de dióxido de carbono en la atmosfera satura la cantidad que el océano puede regular, estratificando los mares. Lo que ha llevado a la acidificación de los océanos, la disminución en el oxígeno y la disminución del fitoplancton. Lo que en efecto dominó ha conllevado a un aumento sustancial en la temperatura de los mares y de la atmosfera. 

Las zonas del mar un poco por debajo de la superficie absorben el CO2 atmosférico y a largo plazo éste es depositado en el fondo marino, sin embargo, cuando los niveles de dióxido de carbono aumentan también lo hacen las temperaturas y la capacidad de disolución de CO2 disminuye. Esto trae dos consecuencias, la primera es que la absorción de dióxido de carbono aumenta el pH, la acidificación de los mares. La segunda es que, a causa del aumento de la temperatura, poblaciones de microorganismos como el fitoplancton disminuyen, por ende, menos oxígeno en la atmosfera tenemos. Esto sin contar que la acidificación de los océanos y el aumento de temperatura deteriora el ecosistema más grande del planeta. 

CO2 y Ph de las aguas marinas. Recuperado de CO2.earth.

Ahora bien, la contaminación por gases de efecto invernadero, el aumento en la temperatura de los mares o la acidificación no son visibles para el común de la gente. Pero, hay algo que todos podemos ver y notar en el daño que le hacemos a los mares. Estoy hablando del plástico, de la basura, de las aguas residuales y lo que se nos ocurra desechar. El mar no es nuestra caneca de basura, y sin embargo llegan allí cualquier tipo de desperdicios, afectando peces, tortugas, ballenas, crustáceos, aves y arrecifes de coral, así como, contaminando playas y costas. 

El problema de las basuras en los mares comienza en las ciudades, a cientos o miles de kilómetros de los océanos. Muchos de los desechos que arrojamos a la caneca de basura o a la calle terminan en los ríos, bien sea por la mala administración de residuos local o porque estos llegan a alcantarillas y sistemas de saneamiento y drenaje. Una vez en los ríos los desperdicios de las ciudades y poblaciones que conviven con éstos son imposibles de parar. La basura y principalmente los plásticos llegan a los deltas de los ríos y de allí a cualquier lugar que los lleve la marea. 

Plástico acumulado en los océanos. Recuperado de Our World in Data.

La producción de plástico supera los 8 mil millones de toneladas desde 1950. La mitad del plástico que se ha producido ha sido en los últimos 20 años. Cada año son arrojados miles y miles de toneladas de plástico al mar. Se calcula que el 80% de los plásticos llegan al mar a través de los ríos y el 20% restante es arrojado barcos de carga y la industria de hidrocarburos que opera en el mar.

El microplástico perjudica a los peces, lo consumen inocentemente. Después de eso, el microplástico lo ingerimos nosotros en nuestras cenas por medio de los productos de la industria pesquera. El macroplástico crea islas flotantes por encima y debajo de la superficie oceánica. En los océanos hay al menos 5 grandes islas de plástico ubicadas en los 5 grandes giros tropicales. Se estima que tienen más de 10 billones de piezas de microplásticos y macroplástico, esto es 25 veces más que estrellas en la vía láctea.

Principales ríos que llevan plástico al mar. Recuperado de Our World in Data.

De continuar esta tendencia destructiva hacia los océanos se estima que para el año 2048 se agoten los peces y los mariscos. Además, cada año mueren 100 000 animales marinos a causa de la contaminación. La acidificación de los mares aumenta y la temperatura del planeta alcance niveles sin precedentes, estamos a pocas décadas de una catástrofe medio ambiental. Los servicios ecosistémicos del océano serán pocos y millones de personas que dependen de éstos sucumbirán. Pero, aun tenemos alternativas si realizamos actividades conjuntas que beneficien la resiliencia de los océanos. 

Las alternativas energéticas a los combustibles fósiles en los últimos años han adquirido un papel importante en la demanda y consumo, pues tienen un alto potencial. En los últimos años la energía eólica y solar se han abierto una brecha en la producción mundial, pero, la energía de combustibles fósiles predomina. Hoy en día consumimos el 100% de la energía que se produce. 

Consumo de energía (1965 -2017). Recuperado de Our World in Data.

Es necesario crear nuevas fuentes de energía renovables. Incentivar la energía nuclear es una buena alternativa siempre y cuando exista la capacidad técnica. La energía hidráulica debe seguir aumentando y hacerse de manera responsable. También tenemos la energía mareomotriz que hoy en día no tiene un impacto significativo y que sin embargo tiene un alto potencial. Se debe avanzar en la investigación científica, la eficiencia y la sostenibilidad de esta. La energía mareomotriz se aproxima a los 1000 GWh por año, muy poco comparado con el 16000 TWh que se consumieron sólo en 2017. Avanzar en el consumo y producción de energía renovables traerá mejoras significativas en la resiliencia de los océanos y de los ecosistemas terrestres. 

Producción de energía marina (2000 -2015). Recuperado de Our World in Data.


Promover la reducción de emisiones de CO2 a través de energías renovables no será suficiente. Las actividades humanas han emitido gases de efecto invernadero nunca antes vistas en la atmosfera. Lo que ha aumentado significativamente las temperaturas del planeta y de superar la temperatura media global en 1.5° C a 2° C respecto a la era pre-industrial estaríamos al borde de una catástrofe sin precedentes a finales del siglo. 

Las algas son una solución hasta cierto punto idóneas para reducir las cantidades de CO2 en el planeta, estas podrían absorber grandes cantidades de dióxido de carbono y exhalar oxígeno, tal como lo hace el fitoplancton o los bosques y ecosistemas terrestres. Del mismo modo, las algas absorben exceso de nitrógeno y fósforo producto de los fertilizantes usados en agricultura. Sin contar que de ser alimentado el ganado con algas se reducirían en un 67% las emisiones de metano, otro de los gases de efecto invernadero.

El aumento en la temperatura general del planeta además de contribuir en la acidificación de los mares ha derretido los glaciares terrestres y casquetes polares. De seguir esta tendencia los niveles del mar seguirán aumentando. Cientos de ciudades y poblaciones costeras se verían afectadas por inundaciones, al mismo tiempo que produciría olas de calor en algunas regiones y precipitaciones intensas en otras. Ya se habla que en los próximos años haya refugiados climáticos. 

Temperatura global promedio (1850 - 2019). Recuperado de Our World in Data.

Los servicios ecosistémicos que obtenemos del mar han sido fuertemente afectados de manera negativa. La capacidad de producción alimentaria no es la misma. Las especies marinas de pesca no sé reproducen a la misma tasa que se capturan (sobrepesca). La regulación de la temperatura y del clima ha disminuido. Sin contar con los estragos para la biodiversidad y los ecosistemas terrestres y marinos.  Hoy día, cientos de especies marinas se encuentran amenazadas principalmente por la degradación del habita, la explotación, el cambio climático y la contaminación.

Cambio en el nivel del mar(1880 - 2020). Recuperado de NASA Goddard Space Flight Center

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover energías renovables, eólica y mareomotriz, generar sentido de pertenencia en todas las esferas sociales, gravar la contaminación, crear áreas protegidas y de interés común, salvaguardar la biodiversidad, garantizar una industria pesquera sostenible, consumir lo necesario, disminuir el uso de plástico, optar por productos certificados y que cuiden el medio ambiente, utilizar transporte público, difundir el mensaje son sólo algunas de las formas en que podemos proteger los océanos y el medio ambiente en general. Intensificar la cooperación entre instituciones, países, universidades y grupos de la sociedad civil es un punto imperativo para que esto suceda.

En fin, formas de actuar responsables sin afectar la población vulnerable, mantener el crecimiento económico y conservar los servicios ecosistémicos oceánicos y terrestres existen. Necesitamos voluntad. 

Objetivo 14 de los ODS: Vida Marina. Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.


Por Johhan Ramirez

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